¿Sabes que componentes tienen los alimentos o productos que compras?
Desde 2021 podemos encontrar en los supermercados varios productos que, además de presentar la información nutricional de siempre, también muestran otro tipo de etiquetado conocido como “semáforo de los alimentos” o NUTRI-SCORE.
Se trata de un sistema de etiquetado nutricional más actualizado del que se ha debatido mucho, sobre todo entre los dietistas-nutricionistas.
Está basado en un código de letras y colores:
AB = los alimentos más saludables - C D= intermedios - E = los alimentos menos saludables.
Se crea con el fin de proporcionarle al consumidor una información más directa sobre el producto, de forma que pueda distinguir y seleccionar con mayor facilidad aquellos qué son más saludables.
De cada producto, el sistema valora como “favorable” aquellos alimentos que destacan por su cantidad en proteínas y fibra, así como las verduras, legumbres o frutos secos. Y como “no favorable”; aquellos que son fuentes de calorías, grasas saturadas, azúcares simples y sal.
Entonces… ¿Qué ocurre?
Todo surge cuando comienzan a aparecer incongruencias sobre la calidad nutricional de ciertos alimentos considerados como saludables, en base a la evidencia científica y además recomendados por dietistas-nutricionistas y que, desde que se han etiquetado con Nutri-Score, se han llevado una valoración pésima. También ha ocurrido el caso contrario...
Por ejemplo, en el caso del aceite de oliva virgen extra (AOVE): la valoración real en base a la evidencia considera este alimento como saludable, sin embargo, Nutri-Score lo puntúa con la D, por su alto contenido en grasa.
Otros ejemplos:
-Refresco sin azúcar (0%)
Valoración real por los profesionales: no saludable (por su alto contenido en edulcorantes y por asociarse a malos hábitos).
Valoración de Nutri-Score: saludable (puntuado con la letra B). El motivo es que valora únicamente su bajo contenido en calorías, sin tener en cuenta la totalidad de la composición nutricional e ingredientes.
-Yogur natural griego
Valoración real por los profesionales: saludable (ingredientes naturales de un yogur con una pequeña cantidad de grasas saturadas, no dañinas)
Valoración de Nutri-Score: poco saludable (puntuado con la letra C). Valora que contiene grasas saturadas de forma asilada sin tener en cuenta otros aspectos nutricionales ni la cantidad de estas.
Cualquiera de nosotras, si no estuviésemos previamente informadas sobre los ingredientes y la calidad nutricional de estos productos, podría confundirnos.
Es decir, según lo anterior podemos pensar que tomar un refresco sin azúcar todos los días es “mejor” para nuestra salud que tomar un yogur natural, cuando sabemos que no es así...te recomiendo leer el post https://www.lauraberninches.com/post/refresco-sin-az%C3%BAcar-es-una-buena-idea
Además, nos encontramos ante la controversia surgida con el AOVE y la reclamación por parte de la industria del aceite, que sumado a casos similares a los que acabo de hacer referencia, se está intentando estudiar modificaciones para mejorar el sistema, y evitar los numerosos casos que te llevan a confusión si no aprendes a interpretar el etiquetado nutricional.
¿Y te preguntarás? ¿Qué puedo hacer?... La clave para considerar si un alimento es saludable o no, es fijarnos en la lista de ingredientes y en caso de padecer alguna alergia, en los alérgenos.
Por ejemplo, te doy algunos tips que te pueden ayudar:
Cuanta más larga sea la lista de ingredientes, probablemente menor será la calidad nutricional del producto.
Si el azúcar se encuentra entre los primeros ingredientes (se colocan de mayor a menor cantidad) significa que se trata en mayor medida de un producto procesado y por tanto, de baja calidad nutricional.
La presencia de aditivos también nos da información para evitar su consumo.
Por último, en caso de que padezcas alguna alergia, es importante detectar la sustancias alérgenas, que por ley, se destacarán en la lista de ingredientes en un formato de letra distinto al resto. Existen 14 alérgenos regulados, algunos son más conocidos que otros como el pescado, el gluten, la leche, el huevo, los cacahuetes, el sésamo...
La tabla de información nutricional que se muestra en los envases de los productos también nos pueden ayudar a determinar si es saludable o no, fijándonos en la cantidad de azúcar y sal.
Lo más importante de los hidratos de carbono, es qué cantidad de estos son azúcares, ya que normalmente son añadidos. Se aconseja no adquirir productos ultraprocesados con más de 10% de azúcares, a no ser que estos provengan naturalmente del alimento.
Con respecto a la sal, todas aquellas personas que padezcan algún tipo de patología cardiovascular o hipertensión arterial, deben fijarse detenidamente en el contenido de sal de los alimentos. Para el resto de la población también se aconseja moderar su consumo y no consumir más de 5g al día.
Según la SEEN, de forma general, se considera que el alimento tiene "mucha sal" si aporta 1,25 g por cada 100g, o "poca sal" si el alimento aporta 0,25g por cada 100g.
Otra parte importante del etiquetado a tener en cuenta son las declaraciones nutricionales.
Debemos desconfiar de ciertas frases o afirmaciones que a veces se muestran de forma muy llamativa en algunos productos como por ejemplo:
-"Sin azúcares añadidos": solo es cierto si no se ha añadido al producto ningún monosacárido (glucosa, fructosa), ni disacárido (sacarosa), ni ningún alimento utilizado por sus propiedades endulzantes. Si puede contener azúcares naturalmente presentes.
Por ejemplo, en esta crema de cacao, los ingredientes principales que se han utilizado para endulzar el producto son castañas y dátiles. La declaración de "sin azúcares añadidos" que se muestra en el envase, implica que el alimento no puede llevar ningún componente empleado por sus propiedades edulcorantes, como es el caso del dátil, por lo que podría causar confusión y no sería del todo correcta conforme a la ley pertinente.
-"Bajo contenido de sodio/sal": solo es cierto si el producto contiene no supera 0,12g por 100g o 100 ml de sodio o su equivalente en sal (se multiplican los gramos de sodio por 2,5).
Ante cualquier duda, busca ayuda y consejo en un profesional dietista-nutricionista, que estará disponible para ayudarte a mejorar tu salud. En las consultas personalizadas que realizo, sin duda, es un tema de mucha importancia, porque lo importante es que dispongáis de información para poder decidir que sí y que no.
Referencias bibliográficas
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Saieh, A. C., Zehnder, B. C., Castro, C. E. M., & Sanhueza, P. (2015). Etiquetado nutricional, ¿qué se sabe del contenido de sodio en los alimentos? Revista médica Clínica Las Condes, 26(1), 113–118. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2014.12.005
Santander, L. I. S., López, V. C. D., Castillo, M. A. G., & Barriga, V. D. V. (2021). Impacto del semáforo nutricional sobre el consumo de grasas, azúcares y sal en sujetos con sobrepeso. LA CIENCIA AL SERVICIO DE LA SALUD Y NUTRICIÓN, 12(SISANH), 79-89.
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Sl, I. (s. f.). SEEN | Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. https://www.seen.es/portal
Messeguer, N. (2021, 7 octubre). Todo lo que esconde la crema de cacao de Carlos Ríos (y no es nada ‘realfooder’). Consumidor Global. https://www.consumidorglobal.com/noticias/noticias-alimentacion/todo-esconde-crema-cacao-carlos-rios-y-no-es-nada-realfooder_1235_102.html
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